FRASES PARA SACERDOTES

"Cuando rezamos el Santo Rosario y nos unimos a María, estamos viviendo lo que es la familia porque cuando los hijos se reúnen con La Madre y juntos le oran a Dios, es la familia orando unida". DE: Marino Restrepo.
Papa Francisco a los sacerdotes que llevan "doble vida"

UN LLAMAMIENTO AL AMOR. (Sor Josefa Menéndez)

"¡ALMAS ESCOGIDAS!, mirad a vuestro Esposo en la prisión, contempladle en esta noche de tanto dolor...y considerad que este dolor se prolonga en la soledad de tantos corazones...
"Si queréis darme una prueba de vuestro amor, abridme vuestro pecho para que haga en él mi prisión. Atadme con las cadenas de vuestro amor... Cubridme con vuestras delicadezas... Alimentadme con vuestra generosidad... Apagad mi Sed con vuestro celo... Consolad mi tristeza y desamparo con vuestra fiel compañía".
"Haced desaparecer mi dolorosa verguenza con vuestra pureza y rectitud de intención. Si queréis que descanse en vosotras, preparadme un lugar de reposo con actos de mortificación. Sugetad vuestra imaginación, evitad el tumulto de las pasiones y en el silencio de vuestra alma, de vez en cuando oiréis mi voz que os dice suavemente: Esposa mía que ahora eres mi descanso, Yo seré el tuyo en la eternidad, a ti que con tanto desvelo y amor me procuras la prisión de tu corazón.  Yo te prometo que mi recompensa no tendrá límites y no te pesarán los sacrificios que hayas hecho por Mí durante tu vida".




"No, almas queridas, NO HAY CAMINO, ESTADO NI CONDICIÓN HUMILLANTE CUANDO SE TRATA DE CUMPLIR LA VOLUNTAD DIVINA. Las que os sentís llamadas a éste estado, no queráis resistir, buscando con vano y soberbios pensamientos el modo de seguir la Voluntad de Dios haciendo la vuestra.
Ni creáis que hallaréis la verdadera paz y alegría en una condición más o menos brillante a los ojos de las criaturas... NO, SOLO LA ENCONTRARÉIS EN EL EXACTO CUMPLIMIENTO DE LA VOLUNTAD DIVINA Y EN LA ENTERA SUMISIÓN PARA ACEPTAR TODO LO QUE ELLA OS PIDA".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR

EL HOMBRE DEBERÍA TEMBLAR
San Francisco de Asís